ASPIRINAS O ENERGÍA

Podríamos hacer un símil entre dos candidaturas. Una representaría el tratamiento farmacéutico para aliviar el dolor que supone volver al pasado y otra la fuerza del trabajo, el esfuerzo y la ilusión por un futuro mejor.

Ciertamente, nuestra ciudad y los que la habitamos precisamos ilusión y tener la esperanza de que nuestros dirigentes están por la labor de atender a las necesidades de los vecinos en general, los problemas que nos que surgen día a día.

Y, a su vez, poder avanzar en la conquista de esa libertad que nos permite expresar nuestros pensamientos y nuestras inquietudes sin sentir la presión de quienes siempre nos han hecho creer que “ellos” eran los imprescindibles y que si alguien no estaba de acuerdo con sus planteamientos lo expulsaban y lo perseguían hasta hacerlo callar.

Para quienes a lo largo de muchos años se han considerado los “únicos” legitimados para hacer política en Caspe no somos adversarios políticos sino “enemigos”, porque aún se creen que existen trincheras.

Por eso tienen de palmeros a un grupito de “agitadores” que prefieren vivir un pasado de calamidades en lugar de un futuro de conquistas para los ciudadanos, de esperanza por un Caspe mejor.

Quienes así piensan y actúan pretenden que los demás seamos iguales a ellos.

Pero se equivocan. Luchamos en nuestra juventud contra la dictadura y trabajamos en Caspe contra la opresión que se ejercía desde un partido al que le dimos mayorías abrumadoras en las urnas caspolinas, pero que en lugar de defender los intereses de todos las personas se dedicaban –salvo honrosas excepciones- a mantener la opresión bajo esa deleznable fórmula de “estar conmigo a contra mí”.

Han sido muchos años de intenso compromiso y puedo decir que han merecido la pena; porque a pesar de haber sido estigmatizado de forma miserable y permanente como “el malo” puedo decir con orgullo que lo único desagradable ha sido denunciar la corrupción política y el abuso que se cometía al amparo del poder político por quienes tenían la obligación de ser honestos y no lo han sido.

Tengo el honor de haber trabajo tanto en la oposición -controlando al gobierno de turno- como gobernando desde la Alcaldía o desde una Concejalía. Lo importante era impulsar mi pueblo y construir una ciudad mejor, más solidaria y sin penalidades económicas.

Formamos la organización independiente COMPROMISO POR CASPE que ha sido ejemplo de esfuerzo y unidad porque sólo teníamos un objetivo: CASPE y nuestros vecinos.

Siempre he agradecido en mi nombre y en el de quienes formábamos la agrupación que muchos ciudadanos nos dieran esa confianza. Y sigo estando agradecido porque nos han dado mucha fuerza e ilusión por mejorar día a día.

Ahora hemos confluido con el PARTIDO POPULAR y con una magnifica candidata, con experiencia demostrada: ANA CABRERO, a la que le hemos dado la confianza para que sea nuestra próxima alcaldesa. CASPE necesita SUMAR, para restar ya están “otros”.

La capacidad de trabajo, su don de gentes, y su energía para resolver los problemas de la ciudad contarán con el apoyo de todos nosotros.

Caspe, necesita personas y equipos fuertes y consolidados. De ahí que haya surgido esta candidatura para la que os pido el VOTO el próximo domingo: la candidatura del Partido Popular, porque estoy convencido de que es necesario seguir avanzando de forma firme y segura que nos evite tomar aspirinas para el dolor de cabeza que supone tener personas en el Ayuntamiento que sólo miran al pasado reduciendo la gestión a la NADA.

Ser libres es lo más importante que poseemos las personas, por eso considero imprescindible seguir trabajando día a día en esa línea para que nadie nos intente arrebatar nuestra capacidad de pensar, de opinar y de trabajar por el bien común.

Luis Javier Sagarra de Moor

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