A veces se ha venido a denominar la Participación Ciudadana como democracia directa, en tanto que son los ciudadanos quienes influyen más o menos directamente con su participación en la toma de decisiones que afectan al bien común de la comunidad en la que viven. En este sentido el recorrido de la Participación Ciudadana ha tomado un nuevo impulso, y así nos lo ha expuesto la Concejal Delegada de Participación Ciudadana, Ana Cabrero.
La semana pasada tuvo lugar la segunda reunión de la Mesa de Convivencia, centrada como la anterior en ir completando la elaboración de su Reglamento. Pero no es ése el único paso del camino. Este Ayuntamiento de Caspe ha mostrado desde hace tiempo su interés por implicar a los ciudadanos en la toma de decisiones. El Reglamento de Participación Ciudadana está aprobado desde 2006 por unanimidad de todos los grupos políticos que tienen representación en el Consistorio de Caspe. Otra cosa es que su funcionamiento no hubiera arrancado antes.
La Ordenanza de Convivencia Cívica supone la creación de una Mesa de Convivencia compuesta por 22 personas, incluidas dos por los Servicios Sociales y el Técnico de Juventud. Son 22 personas pues, que colaboran con su trabajo y sus aportaciones desinteresadamente con el Ayuntamiento. A pie de calle, detectando los aspectos en los que Caspe necesita mejorar. Como el hecho de evitar los roces entre ciudadanos. Esa Ordenanza de Convivencia Cívica ha sido aprobada, también, por unanimidad de todos los grupos.
Dicha Ordenanza de Convivencia Cívica va más allá precisamente para implantar políticas de participación ciudadana. Con ayuda y la experiencia de la Dirección General de Participación Ciudadana del Gobierno de Aragón, el Municipio ha realizado un diagnóstico de la situación de Caspe y se han seguido –y siguen- los pasos para involucrar a los ciudadanos en esa participación directa de la que hablamos.
Tal como ha quedado de manifiesto con las distintas reuniones que ya ha realizado, la Comisión de la Mesa de Convivencia Cívica ya va volando sola.
Pero, ¿Cuál es la función de esa Mesa de Convivencia Cívica? Pues entre otras detectar roces, pues son inevitables en el día a día con más de 60 nacionalidades conviviendo en un espacio limitado como es la ciudad de Caspe. Un gran esfuerzo que por otra parte va dando frutos. Un esfuerzo, como insistimos, a pie de calle.
Otra de las funciones es proponer al Ayuntamiento medidas para hacer operativa la convivencia: mejor vigilancia, señalización, paneles explicativos, jornadas de concienciación ciudadana, y cuantos eventos similares sean necesarios, pues siempre son productivos.
Hasta ahora la confección del Reglamento ha absorbido la mayoría de esfuerzo, pero en este momento, en que está casi cerrado las circunstancias reclaman ponerse en marcha activamente.
Por otra parte Ana Cabrero nos ha recordado que los caspolinos disponemos de un buzón físico, sito en la Casa de Cultura (C/Gumá, 35, 50700, Caspe, Zaragoza) con el lema “Comisión de Convivencia”, para que los vecinos depositen sus sugerencias o quejas, sin perjuicio de hacer lo mismo a través del buzón virtual: comisiondeconvivencia@caspe.es
Con este punto de partida, la Mesa de Convivencia estudiará y presentará el correspondiente informe al Ayuntamiento, en base a esas quejas o sugerencias proponiendo soluciones. En lo que concierne a la realización de esas propuestas los políticos locales quedan al margen, pero obviamente están en contacto con la Mesa de Convivencia para prestar toda la colaboración que se precise, en el sentido de tomar las medidas oportunas.
Por otro lado la Concejal de Participación Ciudadana, Ana Cabrero retoma la cuestión sobre el Reglamento de Participación Ciudadana, que ha sido una de las asignaturas pendientes desde 2006, al pasar por diferentes Gobiernos sin que su funcionamiento se hiciera efectivo. Aún no está en marcha pero desde ahora se está desatascando.
Está colgado en la web municipal, pero es el gran desconocido. El Reglamento implica crear el Consejo de Ciudad o Consejo Local de Participación Ciudadana, constituido por asociaciones locales inscritas en censo municipal y también por una representación de los diferentes grupos políticos y los distintos consejos sectoriales de Caspe.
Desde la emisora de radio se avisa: el próximo 5 marzo de 2014, habrá una reunión donde se dará forma legal a ese consejo de ciudad y se debatirán los aspectos que surjan en lo relativo a su funcionamiento. Se trata de que arranque y ya esté en marcha. Así el Ayuntamiento le puede pedir a ese Consejo su opinión sobre cualquier tema que afecte al interés común de los ciudadanos. Tiene carácter preceptivo aunque no vinculante y se puede pedir antes de tomar cualquier resolución. En el Reglamento también se contempla que cualquier vecino que con una antelación mínima de un día hábil lo solicite pueda participar en aquellos asuntos en los que pueda estar directamente relacionado.
Otra ventaja de este reglamento es que al propio Consejo de Ciudad se le notificarán las convocatorias de pleno, además de que también se colgarán en el tablón de anuncios y en la web municipal, para que los ciudadanos sepan cuáles son los puntos a tratar. Otras funciones del Consejo de Ciudad: será posible canalizar quejas y sugerencias, propuestas en materia de desarrollo económico, proponer la realización de consultas populares, estudios de temas de interés, y otras cuestiones, lo que, en suma implica la participación de los ciudadanos en las decisiones políticas que se toman por parte del Ayuntamiento.
Un punto y aparte que marca una nueva etapa con respecto al vacío habido en este sentido desde 2006. Una puesta en funcionamiento, por fin tangible, que puede empezar el mismo 5 de Marzo, ya que en ese momento, si se constituye y refrenda, puede nacer por fin ese Consejo de Ciudad.
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